Grados de peligro
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Las capas débiles persistentes y los aludes de deslizamiento deben evaluarse con atención.
Las capas débiles presentes en la nieve antigua pueden ser desencadenadas en algunos lugares incluso al paso de un solo montañero. Precaución en todas las orientaciones por encima de los 1900 m aproximadamente. Sobre todo en las laderas muy inclinadas, y en las zonas de transición de manto delgado a grueso. Los aludes pueden, aún, implicar capas más profundas y alcanzar tamaños peligrosamente grandes. Además en cotas altas y zonas de alta montaña las placas de viento más recientes son en algunos casos proclives al desencadenamiento.
A consecuencia del aumento de la temperatura, son posibles avalanchas de nieve húmeda. Además hay peligro de aludes de deslizamiento basal. También en las laderas umbrías. Los aludes pueden alcanzar tamaños grandes de manera aislada.
Es necesaria mucha experiencia en la evaluación del peligro de aludes.
Manto nivoso
pp.2: deslizamientos
pp.7: zonas de poca nieve en entornos con mucha nieve
En la parte central del manto de nieve se encuentran capas débiles de cristales angulosos. Esto se aplica especialmente por encima de los 1900 m aproximadamente.
En el transcurso de la jornada , con el viento fuerte del sudoeste , se formarán placas de viento en su mayoría de tamaño pequeño. Sobre todo en cotas altas y zonas de alta montaña.
La parte basal del manto es en su mayor parte estable.
Las condiciones meteorológicas primaverales causarán una gradual humidificación del manto de nieve. En las laderas muy inclinadas solanas y en cotas bajas y medias: El manto de nieve es húmedo, con una costra de rehielo apenas portante en superficie.
Tendencia
Ligero descenso del peligro de aludes de nieve seca. El peligro de aludes de deslizamiento basal y de purgas de nieve húmeda permanecerá invariable.
